Internet ha simplificado muchísimos trámites y gestiones, de todo tipo y en todo rubro. Quizás los ámbitos que más beneficiados han obtenido con ello son la contabilidad y la administración financiera, ya que existen numerosas herramientas en donde se puede centralizar toda la información y acceder a ella en cualquier momento y desde cualquier lugar.
En este contexto, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha desarrollado e implementado la contabilidad electrónica para evitar fraudes fiscales, como la evasión del pago de impuestos. Aunado a ello, ha encontrado la manera de optimizar y organizar la información contable y financiera de los contribuyentes por medio de herramientas digitales como la e-firma.
Mediante el uso y el aprovechamiento de las tecnologías de la información, el SAT ha buscado conseguir mayores niveles de productividad. Todo esto, gracias a la modernización y la simplificación de los procesos de auditoría. Por ello, las autoridades tributarias han podido reducir el tiempo de trabajo en verificar y validar cada una de las declaraciones que presentamos, además de ordenar y administrar esta información por medio de bases de datos. Y no sería así de sencillo ni para nosotros ni para las autoridades sin la e-firma.
Te preguntarás, ¿cómo funciona la e-firma?, sin embargo, quizá la cuestión sea, ¿cómo sería la contabilidad electrónica sin la e-firma? Te lo explicamos a continuación.