Imaginemos que necesitas hacerte unos análisis médicos. Buscas un laboratorio cercano, preguntas los requisitos y el valor de un estudio, y no te saben dar respuestas concretas sobre cuánto va a costarte o si necesitas alguna condición especial para realizarlo. O tal vez solicitaste un escritorio nuevo para tu oficina: imagina que al llegar al establecimiento, la empresa de diseño de mobiliario no encuentra tu orden, no sabe qué modelo pediste ni si se encuentra en existencia. Inadmisible, ¿no?
Por desgracia, existen empresas que son capaces de llegar a estos límites, pero la realidad es que todo negocio serio, sin importar el rubro y tamaño, debería contar con una organización que le permita funcionar de manera ordenada para permanecer en el mercado y satisfacer las necesidades de sus clientes. Esto, desde luego, se logra por medio de una buena administración empresarial, y es justo de lo que hablaremos en el artículo de hoy, en QuickBooks.
Orígenes de la administración empresarial
Podemos aseverar que la administración surge gracias a que la naturaleza social y gregaria del ser humano despertó la necesidad de organizarse y ayudarse unos a otros, desde el inicio de la vida en sociedad.
Por otro lado, el antecedente de la administración empresarial podría situarse en el siglo XIX, con la Revolución Industrial. En este periodo, el auge de múltiples empresas cada vez mayores conllevó a la necesidad de encontrar nuevas formas de organización y prácticas que permitieran dar un orden y una sistematización a todos los procesos no sólo industriales, sino administrativos.
En la actualidad, cuando hablamos de administración, aludimos a la estructura, al manejo y al rendimiento de una entidad. Mientras que una empresa es una organización dedicada a actividades o a servicios comerciales, cuyo propósito es generar ganancias económicas, la administración de empresas es la eficiente administración de los recursos con los que cuenta una empresa para lograr utilidades.
Expresado de forma más técnica, la administración de empresas, o la administración empresarial, forma parte de las ciencias sociales y económicas. Su propósito fundamental es optimizar los recursos humanos, materiales, tecnológicos, financieros, económicos y de conocimiento, por medio de la organización, planificación, dirección y el control de los mismos.