¿Cómo saber si tu balance general es correcto?
Ya hemos dicho qué es el balance general y los principales elementos que lo conforman. Ahora nos concentraremos en cómo corroborar que se ha hecho un buen trabajo.
No basta fiarse de las cifras que arroja, es primordial asegurarse que la información plasmada sea fidedigna y certera.
Estas son las claves para saber si tu balance general es correcto:
- Puede presentarse en formato de cuenta o como reporte.
- Como cuenta se puede resumir en:
Activo total = Pasivo total + Capital contable
- Visualmente se distribuye en dos columnas principales, donde identificarás de lado izquierdo los activos, y de lado derecho los pasivos y el capital.
¿Cómo hacer un balance general? Sigue estos pasos
Con estas recomendaciones te damos un ejemplo de balance general efectivo. Toma en cuenta las bases de cómo hacer un balance general, y recuerda que, para que el documento sea efectivo, requiere atención al detalle, orden y estructura.
1. Recopilación de datos
Identifica el periodo específico del balance y recopila los conceptos y costos para tu registro minucioso, que como dijimos son: activos, pasivos y capital o patrimonio.
Es importante que verifiques estos datos con base en la documentación que los respalde y, si es el caso, con los responsables de cada rubro.
2. Encabezado
La presentación de este reporte deberá contener datos básicos que, aunque parezcan obvios, no deben pasarse por alto. Estos son el nombre de la empresa, el título y periodo o fecha de elaboración. Recuerda que, al manejar diversos reportes y documentos y encabezados, esto es esencial para ordenarlos y ubicarlos fácilmente.
3. Clasificación
Para un buen desarrollo debes poner mucha atención en los elementos del balance general, pero no basta con poseer las cifras y conceptos correctos; también habrán de agruparse o registrarse en orden, de tal forma que sea fácil de interpretar.
Por ejemplo: es recomendable agrupar activos y pasivos de acuerdo a su realización y ordenar los activos con base a la liquidez (es decir sus disponibilidad). Las cuentas de pasivos pueden ordenarse conforme a su prioridad (cuál es el plazo o la urgencia en que deben ser pagados).
Deberás enlistar cada campo detallando los activos y pasivos corrientes y no corrientes, además de calcular el patrimonio: ya sea el capital pagado (dinero aportado por socios o inversionistas) y las ganancias retenidas (utilidades acumuladas en periodos anteriores).
Activos
Tal como se mencionó, los activos corresponden a lo que la empresa posee. Y, a su vez, los activos se dividen en activos no corrientes y corrientes.
Entre los activos no corrientes se encuentran: material (mobiliario, maquinaria, instalaciones, etc.), inmobiliario (terrenos y/o inmuebles que permitan obtener plusvalías o rentas), intangibles (propiedad industrial, informática).
Ejemplos de activos corrientes son: deudores (clientes), Hacienda Pública y Seguridad Social deudoras (IVA por adquirir activos, retenciones y pagos a cuenta, inversiones temporales, etc), existencias (materias primas o productos).
La suma de los activos corrientes más no corrientes es igual a los activos totales.
Pasivos
Se refieren a todo lo que se debe, por ejemplo, las obligaciones que la empresa adquiere con sus proveedores y el salario que destina a sus empleados, además de los impuestos, pagos o intereses de financiamiento, seguro social, entre otros.
Los pasivos también pueden ser corrientes (deudas a corto plazo) y no corrientes. Ejemplos de pasivos corrientes son: provisiones a corto plazo, deudas con empresas del grupo, acreedores comerciales a corto plazo.
Mientras los pasivos no corrientes son las deudas a largo plazo como un préstamo a 5 años, deudas de los acreedores de la empresa por un tiempo de más de un año.
Patrimonio
El capital o patrimonio son los recursos propios de la empresa, como las aportaciones de inversores. Estos recursos pueden ser externos o internos, como las reservas legales obligatorias, las subvenciones, donaciones o las utilidades y remanente de ejercicios previos.