¿Qué es la Cédula de Identificación Fiscal?
La Cédula de Identificación Fiscal, mejor conocida entre los expertos como CIF, es un documento oficial que expide la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que contiene tu Registro Federal de Contribuyente (RFC) y otros datos personales que te identifican como persona física o moral.
Pero, para explicarlo mejor, entrevistamos al contador público Ricardo Sánchez, que habla sobre la razón por la que los usuarios suelen confundirse entre la Cédula de Identificación Fiscal y el RFC. “Resulta que las personas a veces confunden una cosa con la otra debido a que algunos documentos que expide el SAT tienen algún parentesco en información, si así le podemos decir, pero es bien importante subrayar que no son para nada iguales y debemos de dejar bien claras las diferencias.
Una explicación corta y clara de la Cédula de Identificación Fiscal es que ésta proviene del RFC, así de sencillo. Por lo tanto, sin RFC no hay Cédula de Identificación Fiscal, así que si alguien te solicita este documento, pues lo primero a tramitar es el RFC, o si ya se cuenta con él, pues el siguiente paso es la Constancia de Situación Fiscal con CIF, como un trámite más completo”, explica.
La Cédula de Identificación Fiscal, abunda el experto, la expide el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como documento de identificación para tener un control y orden de la información de los contribuyentes. “En este documento reducido viene información del contribuyente, ahí radica su importancia, digamos que una gran cantidad de datos cruciales están contenidos dentro de un pequeño envase, que es el código QR, el cual aparece en un cuadrito en el costado izquierdo”, acota Sánchez.
Debido a que contiene información de carácter oficial, la Cédula de Identificación Fiscal es un documento importante y clave para realizar diversos trámites en el SAT. Algo que debes de tener en cuenta es que la Cédula de Identificación Fiscal debe de estar impresa en las facturas que se emitan o reciban para que puedan ser consideradas legales y, sobre todo, las valide el Servicio de Administración Tributaria.
“Podríamos decir que es como una llave maestra, pues ayuda a llevar control fiscal. Lo ideal, y subrayo ideal porque sería lo recomendable, es que tanto las personas físicas como las morales la tuvieran siempre a la mano, aunque lo mejor sería contar con la Constancia de Situación Fiscal en donde se incluye ésta, pues es un documento que se pide en los trámites y consultas.
Aunque es más común de lo que me gustaría admitir, muchas personas no tienen ni idea de dónde la pueden sacar o para qué les sirve, así que es su llave para hacer un sinfín de cosas importantes con el SAT”, recalca el experto.