Siempre ha sido importante que toda empresa se trace una serie de metas por alcanzar, pero en momentos de plena pandemia, como éste, es preciso más que nunca que las compañías se replanteen objetivos y que piensen creativamente, para encontrar las estrategias que permitan no sólo priorizar sus acciones sino optimizar tiempo y recursos.Pero, no basta solo determinar metas y pensar que cumplirlas es responsabilidad plena del equipo de trabajo; tampoco es suficiente pensar que serán llevadas a cabo al pie de la letra. Hay muchos errores que suceden durante la planeación y el seguimiento de objetivos. De hecho, algunos de los errores más comunes por parte de las empresas consisten en establecer metas o proyecciones de crecimiento, de productividad o de ventas poco realistas, mal enfocados, y sin fechas concretas para su realización.
Para que ninguna de las situaciones anteriores sea el caso de tu negocio, esta vez hablaremos sobre los objetivos SMART, una interesante metodología que, como anticipa su nombre, se enfoca en objetivos inteligentes.
¿Qué es un objetivo SMART?
El acrónimo en inglés de SMART hace referencia a 5 características con las que debe cumplir cada uno de los objetivos para que sean exitosos. Se trata de un modelo creado por George T. Dorian, quien lo explica como un conjunto de metas concretas, inteligentes, factibles y eficaces. Un objetivo SMART se compone de las siguientes características:
- Specific o específico
- Measurable o medible
- Achievable o alcanzable
- Realistic o realista, y
- Time-related, tiempo definido o a tiempo
Aunque el concepto de objetivo SMART es muy popular en términos de marketing, no es algo que solo pueda aplicarse dentro de ese rubro; una vez que te familiarizas con esta metodología, seguirla puede ser de gran utilidad para tu empresa, incluso hasta en tu vida personal.
Las 5 claves de un objetivo SMART
Ahora veamos los detalles de cada una de las características de un objetivo SMART. Procura tomar en cuenta cada una, para trazar metas que puedas cumplir:
Ser específico:
Definir objetivos específicos te obliga a concretar tus ideas y evitar divagaciones. De hecho, mientras más detallado y concreto sea éste, mejor. Una manera idónea para delimitarlos es que respondas a preguntas como: ¿qué es lo que quieres/necesitas?, ¿cómo piensas lograrlo?, ¿cuándo?, ¿por qué? y/o ¿para qué?
Ser medible:
Que un objetivo sea medible va estrechamente ligado a qué tan específico es. Ninguna meta puede medirse sin ser específica: para interpretar los resultados hay que partir de una meta concreta.
Además, es importante que la realización pueda cuantificarse, pues no es lo mismo decir “La meta es el incremento de las ventas” que definir una cifra concreta por alcanzar como “La meta es el incremento del 20 por ciento de las ventas”.
Luego, para medir los resultados, deberás contar con las herramientas adecuadas, ya sea un software, el análisis de datos comparativos, indicadores, entre otras.
Ser alcanzable:
Esta característica va de la mano con que el objetivo SMART sea realista, pero también se enfoca en encontrar la manera de hacerlo tangible o verlo reflejado en los resultados. Esto involucra cómo podrá lograrse, con qué recursos cuentas o qué serie de pasos y estrategias llevarás a cabo para alcanzarlo.
Ser realista y relevante:
En este punto, hay personas que traducen la R como realista y otras que lo interpretan como relevante. El cualquiera de los casos, ambas palabras son puntuales, pues hay que establecer metas que valgan el tiempo y el esfuerzo a invertir.
Su éxito dependerá de qué tan realistas y alcanzables son.
Por otro lado, hay que hacer hincapié en distinguir entre ambición y optimismo, pues lo primero nos puede orillar a definir objetivos demasiado pretensiosos.
Recuerda que la intención principal de un objetivo SMART es lograr que las cinco características vayan de la mano para facilitar el éxito y marcar la diferencia entre algo posible e imposible.
A tiempo:
Que el objetivo sea alcanzado dentro del tiempo establecido es, sin duda, una clave importante que determinará su éxito.
Retomando el ejemplo anterior, si la meta de “incrementar las ventas en un 20 por ciento” se cumplió, pero no en el mes previsto, sino en un plazo de 6 meses, entonces el alcance de la meta no fue exitoso. Es decir, no bastará cumplir los objetivos, sino situar sus resultados dentro del periodo fijado.
Por otro lado, no haber cumplido tu meta en el tiempo establecido no significa el fracaso rotundo; dependiendo del contexto del objetivo y del tiempo planeado para su realización, habrá momentos en los que el objetivo no se haya cumplido en el tiempo definido, pero que aun así hayan sido logros importantes para la empresa.
¿Has pensado cuántas metas no son concretadas por no haber establecido un periodo indicado para ello? Siempre será vital ponerle una fecha de inicio y una fecha de conclusión a cualquier objetivo, que previamente se haya clasificado como realista.
Como verás, no solo este punto va muy relacionado a que el objetivo sea realista y alcanzable, sino que, en menor o mayor grado, estas cinco características de un objetivo SMART se complementan e intersecan entre sí.
¿Cómo aplicar un objetivo SMART a tu negocio?
A continuación detallamos un breve ejemplo:
Supongamos que tu objetivo SMART consiste en lograr un aumento de seguidores en tus redes sociales empresariales.
[S] Aumentar tu comunidad y la presencia de la empresa en Instagram: Como ves, aquí la meta es mucho más específica, pues se centra en 1 red social.
[M] Aumentar en un 50 por ciento los seguidores: Quizá cuentes actualmente con 5000 seguidores. En este caso tu meta es alcanzar 7500 followers.
[A] Mediante una campaña de Social Media cada tres meses y la contratación fija de Community Manager para la creación y difusión de contenido.
[R] Ampliar así la presencia de la empresa en redes, llegar a un público más amplio y mejorar la reputación online.
[T] Alcanzarlo dentro del periodo de un año.
Como puedes ver, establecer un objetivo SMART te orilla a enfocarte en lo más importante, te permite priorizar, definir y canalizar acciones concretas hacia una meta definida y, con ello, ahorrar tiempo y dinero.
En suma, determinar objetivos SMART te permitirá usar de manera mucho más concienzuda y objetiva los recursos de tu empresa, logrando así un enfoque dirigido, y una mayor claridad en el desarrollo de tus proyectos y procesos para beneficio de tu negocio.