PyME es el acrónimo utilizado para hablar de las Pequeñas y Medianas Empresas. Sabiendo esto, podemos continuar con el cuestionamiento de qué es lo que caracteriza a una PyME.
En general, una primera clasificación de las PyMEs responde a un criterio de cantidad de empleados y facturación.
Está claro que no se espera que una PyME llegue a facturar lo mismo que una transnacional. Pero aquí un dato interesante que permite “salvar” cualquier referencia al tamaño micro, pequeño o mediano de una empresa: estos negocios son la principal fuente de empleo en la mayoría de los países.
Según los datos que presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sobre los resultados definitivos de los Censos Económicos 2019, destacamos 2 puntos importante sobre las PyMEs:
- En nuestro país, el 94.9 por ciento de los establecimientos son de tamaño micro; el 4.9 por ciento son pequeños y medianos y el 0.2 por ciento son grandes.
- Los establecimientos PyME aportan 30.7 por ciento, tanto del personal ocupado, como del valor agregado en nuestro país.
Las Pequeñas y Medianas Empresas, como podemos ver, tienen un potencial importantísimo de desarrollo, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las MIPYMES (ENAPROCE) 2018, realizada por el INEGI y la Secretaría de Economía. Tan solo en ese año, se asentó el registro de poco más de 4.1 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMEs) en México, clasificadas en los sectores de manufacturas, comercio y servicios privados no financieros.
¿Cómo identificar el tamaño de mi PyME?
De acuerdo a lo que hemos mencionado, las PyMEs se diferencian e identifican, según el número de empleos que generan y establecen y por medio del nivel de ventas anuales.
Se establece así que el tamaño de la empresa se determinará a partir del tope máximo obtenido, o sea, del número de trabajadores multiplicado por 10 por ciento, más el monto de las ventas anuales por 90 por ciento.
- Micro: Su estructura permite un máximo de 10 trabajadores y sus ventas anuales no superan los 4 millones de pesos.
- Pequeña: El rango que admite este tamaño de empresa es de entre 11 a 30 trabajadores y tiene una facturación anual, que puede ir de los 4 millones, hasta los 100 millones de pesos.
- Mediana: Son aquellas empresas que tienen de 31 a 100 trabajadores y que reportan ventas anuales, desde los 100 millones, hasta los 250 millones de pesos.
Si agregamos una clasificación más, el nuevo criterio debe basarse en el rubro o sector al que pertenecerá la PyME. Y, a partir de allí, todo cambia, ya que se puede pensar en negocios y empresas destinadas al comercio, a los servicios o a la industria.
De acuerdo a las clasificaciones de sector de las PyMEs establecidas en el Diario Oficial, el rango del número de empleados varía.
- En el caso de la pequeña empresa, la clasificación de industria y servicios permite hasta los 50 empleados (20 empleados más en comparación con el sector comercio).
- Para el caso de la mediana empresa, en el sector de los servicios, el número de trabajadores se amplía, dejando así el rango de 51 a 100 trabajadores, mientras que en las que pertenecen al sector industrial, se contemplan desde los 51 hasta los 250 empleados.
Quizás te preguntes cómo se definen estos criterios: tiene que ver con la demanda y con la capacidad de respuesta que exige una empresa dedicada a prestar servicios o al sector de la industria.
¿Cuáles son las características de las PyMEs de servicios?
Antes de describir las características, podemos comenzar definiendo qué es un servicio. Se trata de un conjunto de actividades que se realizan con la finalidad de satisfacer una necesidad, brindando personalización al cliente. El servicio es, por lo tanto, un intangible y algunos ejemplos pueden ser:
- Asesoramiento profesional: Un abogado que nos informa sobre derecho tributario.
- Información y comunicaciones: Puede incluir servicios de medios de comunicación, de correo y de envíos.
- Hotelería: Brinda alojamiento en diferentes destinos.
- Servicios inmobiliarios: Los que incluyen alquiler, administración y venta de inmuebles o propiedades.
- Recreación y entretenimiento: Puede ser el cine o el teatro.
- Organización de eventos: Se refiere a los distintos tipos, fiestas, graduaciones, festivales, etc.
- Servicios de salud: Clínicas y hospitales.
- Servicios para la provisión: Electricidad, gas, agua, recolección de residuos, etc.
Como podemos darnos cuenta, algo que caracteriza a un servicio es esa intangibilidad de la que hablamos. Además, suelen ser muy variados, y es que cuando pensamos en servicios, no está todo dicho y por eso se ofrecen grandes márgenes de acción a una PyME de este tipo.
Las condiciones en relación a cada servicio comúnmente vienen estipuladas y definidas en un contrato o factura. Así dejan claras las pautas o costes de la realización del mismo e informan al cliente en todo momento de los servicios que prestaremos. Además, es bastante común la existencia de atención continua al consumidor y la disponibilidad para consultas o dudas sobre el producto.
Pensémoslo de la siguiente manera: En general, los productos son únicamente la repetición de productos anteriores, presentados con algunas ventajas o innovaciones. Los servicios tienen un “plus”, que puede ser la atención al cliente.
PyMEs de servicios: la oportunidad de ser diferente
En lo que se refiere a servicios, estos pueden ligarse a la experiencia, y es justamente lo que clientes y consumidores buscan al contratar un servicio: una experiencia única y memorable, una solución a aquella necesidad que no tienen resuelta.
Aquí surge la oportunidad de las PyMEs de servicios para hacer la diferencia, ya que al ser estructuras más pequeñas, pueden mantener cierta personalización de los servicios y la fidelización de los clientes. ¿Acaso no saludamos con afecto a doña Rosa, que todos los sábados va a nuestro negocio y pide “lo mismo de siempre”? Es más: puede ser que la misma clienta nos recomendó con otras personas, que luego también se convirtieron en clientes, que luego llevaron a sus amigos para que conocieran nuestro negocio y disfrutaran de nuestro servicio.
Con esto, las PyMEs de servicios, aunque sean pequeñas o medianas, no tienen por qué “pensar en diminuto”; al igual que las empresas importantes, tienen grandes posibilidades de marcar una diferencia en la forma en que ofrecen y prestan su servicio, porque tienen numerosas ventajas. Por ejemplo, el hecho de tener pocos empleados permite que se adapten mejor a las circunstancias, ya que la estructura no es tan rígida ni tan vertical como en una empresa más grande.
Hoy en día, las empresas tienen que ser eficientes, competitivas y ofrecer productos y/o servicios de calidad, pues las condiciones del mercado, tanto a nivel nacional como internacional, demandan el aumento de la calidad.
Para que las Pequeñas y Medianas Empresas puedan lograrlo tienen que desarrollar y modernizar las capacidades productivas y administrativas, lo que les genera mejores condiciones para trabajar, pero muchas veces se vuelve un obstáculo, ya que están directamente vinculadas con los recursos económicos de nuestro negocio.
Las PyMEs son empresas “vulnerables”, y los dueños deben de fortalecer las debilidades que tengan y aprovechar las oportunidades que se les presenten con softwares que nos acompañen en el proceso y sean sencillos de utilizar.
Por ejemplo, si tenemos inconvenientes con las presentaciones de cuentas y balances, antes de atrasarnos, pensemos en contratar a un profesional que nos ayude o un software que nos permita llevar la información al día. Para las PyMEs, incluso para las PyMEs de servicios, uno de los más recomendados es QuickBooks, ya que cuenta con planes “escalables”, que permiten ajustarse a cada cliente y crecer con él. Si necesitas más información, contacta a uno de nuestros asesores al 800-461-0093.
En conclusión…
En conclusión y de acuerdo a la descripción de las características antes mencionadas de las PyMEs, podemos darnos cuenta que las Pequeñas y Medianas Empresas tienen las mismas características que empresas grandes, como lo son realizar actividades económicas referentes a la producción, dedicarse a la distribución de bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas, pero una diferencia: el número de empleados y ganancias que generan.
Las PyMEs de servicios tienen la versatilidad de crear su propia esencia, al ofrecer una solución a la demanda de servicios de sus clientes, y al brindarles ese “Plus” que las caracteriza. Para avanzar, siempre es conveniente tener claro a qué se enfrentan y cuáles son sus fortalezas y debilidades. Una vez identificadas y teniendo de su lado todos los activos necesarios, podrán hacer crecer aún más su negocio, poniendo especial atención en las oportunidades que las nuevas tecnologías les ofrecen, gracias a los softwares que facilitan las tareas que creían complicadas.
