La conciliación bancaria es un elemento fundamental en la contabilidad de las empresas. Se trata de un ejercicio que les permite conocer a cabalidad el estado de sus finanzas, detectar errores en la contabilidad y tener certeza de la fidelidad de los registros de sus operaciones.
Sin embargo, a pesar de su utilidad, la conciliación bancaria puede convertirse en un proceso largo, cansado y tedioso, por lo que muchas empresas lo dejan de lado sin darse cuenta de que existen herramientas con las que puede realizarse de forma rápida y sencilla.
Si necesitas corroborar que la información contable de tu empresa sea verídica y coincida con el saldo reflejado por tu banco, aquí te explicamos cómo hacer una conciliación bancaria . Además, te decimos qué herramientas puedes utilizar para realizarla de forma automatizada, ahorrando tiempo y recursos.
¿Qué es una conciliación bancaria?
La conciliación bancaria es el proceso de comparar los movimientos registrados en los libros de tu empresa frente a los asentados en el estado de cuenta que tu banco te envía. El objetivo consiste determinar si la información coincide para llevar un control preciso de tus finanzas. Hacerlo te permitirá constatar que tu contabilidad es fidedigna, o en caso de detectar que existe un error, corregirlo.
Cabe mencionar que este tipo de ejercicio no es obligatorio. Sin embargo, realizar conciliaciones bancarias de forma periódica te proveerá de información útil para la toma de decisiones sobre tu empresa, así como para enfrentar auditorías.
Además, si llevas una administración ordenada, el proceso de conciliación bancaria será muy sencillo, pues el banco ya lleva un registro de las operaciones que has realizado. Si al mismo tiempo tú llevas el registro de las cuentas de tu empresa en libros contables —ya sean físicos o digitales— simplemente deberás comparar que las transacciones y las cantidades coincidan. Recuerda que en empresas pequeñas y medianas, el registro de todos los movimientos, incluso los más pequeños, son indispensables para que se facilite la labor de contabilidad.
Si tienes un contador, él puede utilizar la información de tus movimientos bancarios al momento de realizar la conciliación bancaria de manera más precisa. Así se pueden detectar omisiones o fallos en depósitos que no se recibieron , o al contrario, en pagos que no se han hecho aún.